El otoño, una estación amada por muchos, se puede definir de dos formas distintas: otoño meteorológico y otoño astronómico. Veamos qué significan estos términos y cómo determinan el comienzo de esta colorida estación.
El otoño meteorológico es un enfoque práctico utilizado por meteorólogos y climatólogos. Simplifica el registro y la predicción dividiendo el año en meses calendario. Según esta definición, el otoño abarca los meses de septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte, y marzo, abril y mayo en el hemisferio sur. Es un momento en el que hacemos la transición de los meses más cálidos a los más fríos del año. Es como la forma en que la naturaleza nos prepara para los días fríos que se aproximan.
Por otro lado, el otoño astronómico adopta una perspectiva celestial. Se basa en la inclinación del eje de la Tierra mientras orbita alrededor del Sol. El otoño astronómico se determina mediante un fascinante evento llamado equinoccio. En el hemisferio norte, el otoño comienza con el equinoccio de otoño, que generalmente ocurre alrededor del 22 o 23 de septiembre. Durante este momento mágico, el Sol cruza el ecuador celeste, dando como resultado que el día y la noche tengan casi la misma duración. En el hemisferio sur, el equinoccio de otoño tiene lugar alrededor del 20 o 21 de marzo, marcando el inicio del otoño en esas partes del mundo.
Mientras que el otoño meteorológico se basa en los meses calendario, el otoño astronómico está estrechamente relacionado con eventos celestiales como el equinoccio. La definición meteorológica es práctica para el análisis de datos y la predicción, mientras que la definición astronómica nos conecta con las maravillas del universo y nuestra posición en él.
Es fascinante ver cómo diferentes culturas tienen sus propias formas de hablar sobre las estaciones. Entonces, ¿cuándo comienza oficialmente el otoño para ti?